El artículo 499 de la Ley "Ómnibus" deroga el artículo 6 de la Ley N° 20.466 de Fiscalización de Fertilizantes. Este artículo establecía que las personas físicas o jurídicas cuyo número de inscripción figure en el marbete o impresión al que se refiere el artículo 5°, serán responsables de la exactitud de los enunciados que contenga el mismo.

La derogación de este artículo significa que ya no habrá responsabilidad por la exactitud de los enunciados que contenga el marbete o impresión en el que figure el número de inscripción de las personas físicas o jurídicas. Esto podría tener varias consecuencias, tanto positivas como negativas.

Por ejemplo, si un fertilizante no cumple con las especificaciones indicadas en el marbete, el comprador ya no podrá reclamar a la persona física o jurídica cuyo número de inscripción figure en el mismo. Esto podría dar lugar a una disminución de la calidad de los fertilizantes disponibles en el mercado.

Por otro lado, la derogación de este artículo también podría reducir la burocracia y los costos asociados con la producción y venta de fertilizantes. Esto podría beneficiar a los agricultores y otros usuarios de fertilizantes.

En última instancia, las consecuencias de la derogación de este artículo dependerán de cómo se implemente y aplique la nueva legislación.

La derogación del artículo 6 de la Ley N° 20.466 de Fiscalización de Fertilizantes podría tener varias consecuencias positivas, entre ellas las siguientes:

* Reducción de la burocracia y los costos asociados con la producción y venta de fertilizantes.
* Mayor flexibilidad para los productores de fertilizantes para ajustar sus productos a las necesidades específicas de los agricultores.
* Aumento de la competencia en el mercado de los fertilizantes.

Estas consecuencias positivas podrían beneficiar a los agricultores y otros usuarios de fertilizantes, así como a la economía argentina en su conjunto.

La derogación del artículo 6 de la Ley N° 20.466 de Fiscalización de Fertilizantes también podría tener varias consecuencias negativas, entre ellas las siguientes:

* Disminución de la calidad de los fertilizantes disponibles en el mercado.
* Aumento de los riesgos para la salud humana y el medio ambiente asociados con el uso de fertilizantes.
* Pérdida de confianza de los agricultores y otros usuarios de fertilizantes en los productos disponibles en el mercado.

Estas consecuencias negativas podrían tener un impacto negativo en la agricultura argentina y la economía. Es importante considerar cuidadosamente estos posibles impactos antes de derogar el artículo 6 de la Ley N° 20.466 de Fiscalización de Fertilizantes